webccifa Dragón – Xanthopsar flavus
En esta oportunidad presentamos información sobre un ave muy vistosa de nuestro país: El Dragón. Actualmente se encuentra en la categoría “Vulnerable” a nivel nacional y “En peligro” a nivel global. La destrucción de su hábitat (desecación de bañados) y la caza son sus principales amenazas. También se menciona que el parasitismo del tordo común (Molothrus bonariensis) influye en el descenso de su población, pero debemos comprender que el parasitismo es un comportamiento natural en algunas especies, mientras que los otros motivos mencionados son responsabilidad exclusiva de la acción humana. Vive en pastizales húmedos, bañados y praderas cercanas a ambientes húmedos. La especie no solo está presente en Uruguay, también hay poblaciones en Argentina, Brasil y Paraguay.
Es un ave de 19 cm de longitud. Existen diferencias entre el macho y la hembra. El primero tiene la cabeza, hombros, cobijas alares inferiores, parte ventral y rabadilla de color amarillo intenso. El dorso, alas y cola son negros. La hembra es más pálida. La zona dorsal es parda estriada y la cabeza, partes ventrales y rabadilla son amarillas.
Debido al estado poblacional no es común encontrarlo durante las salidas de campo, sin embargo, las veces que lo hemos observado, notamos que generalmente se mueve en grupos. Habitualmente se posa en alambrados o en perchas naturales. Esta especie tiene una relación especial con la viudita blanca grande (Xolomis dominicanus), con el grupo de dragones siempre hay alguna viudita. Es común ver dragones alimentándose en el suelo mientras la viudita observa desde lo alto, posada en algún cardo o planta similar. Mientras los dragones al moverse espantan insectos, la viudita se beneficia, pues aprovecha para cazarlos.
Nidifica en primavera, construye el nido en la base de gramíneas o cardos altos. Allí pone entre 3 y 5 huevos.
Como hemos mencionado esta especie es víctima de la caza, por eso es importante no mencionar lugares específicos donde podemos observarla. Ya llegará el día en que todos los humanos podamos disfrutar de las aves en sus ambientes naturales sin enjaular, adueñarnos ni obtener beneficios económicos de los animales silvestres que nos rodean.
Foto: Gustavo Fernández Pin
