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«Salí de mi zona de confort»

ENTREVISTA AL SOCIO: GONZALO NEGRONE

Por Andrés De Mello

La vida empieza cada cinco minutos

Andreu Buenafuente

¿QUÉ PIENSAS DE LA VIDA?
PREGUNTA QUE LE HIZO EL PADRE DE GONZALO NEGRONE Y QUE SIRVIÓ PARA INICIAR UN PROCESO DE CAMBIOS EN BUSCA DE SU SIGNIFICADO. UNA ENTREVISTA QUE ES UN VIAJE POR DISTINTAS ETAPAS DEL PROCESO QUE VIVIÓ Y VIVE EL ENTREVISTADO DE ESTE MES. SOLO SE TRATA DE INTENTAR, DE ANIMARSE Y SALIR DE LA ZONA DE CONFORT.

A: ¿Cómo fue que elegiste dedicarte a la electricidad?
GN: Fue un proceso loco. Estaba haciendo un asado con mis padres, tendría unos 21 o 22 años; en ese momento trabajaba en un depósito con un horario de 8 a 9 horas diarias, más 4 horas de viaje; mi padre me preguntó qué pensaba de la vida, me sorprendió pero no di importancia. A los pocos meses me invita a una comida con sus compañeros de trabajo y uno de ellos me hace la misma pregunta, lo que además de impactarme me hizo reflexionar. También comenzaron a haber cambios en mi familia y todo eso me llevó a tomar la decisión de ir a la UTU a averiguar cuáles eran los cursos que daban, es decir, salí de mi zona de confort. Como tenía aprobado el bachillerato de ingeniería elegí entrar en la carrera de electricista.


A: ¿Habías hecho algo de electricidad antes de esta decisión?
GN: No, nada, no había tocado un cable (risas).

A: ¿Cómo viviste esa época de estudiante y trabajador al mismo tiempo?
GN: Era un montón. En el trabajo todo seguía igual, el estudio era lo nuevo.


A: Te recibes en 2016, ¿recuerdas cuándo empezaste a trabajar en el rubro?
GN: Se dio una posibilidad, con un amigo que ahora vive en Irlanda, de ir a hacer un montaje en Portezuelo.


A: Impresionante, de cero pasaste a cien.
GN: Si. Un montaje industrial, te puedes imaginar (risas). No tienes idea de lo que fue, para mí una de las mejores experiencias que he tenido, duró unos quince días, porque tuve que volver a mi trabajo en el depósito. Había sido honesto con mi jefe, le expliqué la oportunidad que representaba dicho trabajo para mi carrera y aceptó sin problemas.


A: ¿Cuándo decides dejar el depósito para independizarte?
GN: Todo en la vida es un proceso y a mí me obligó una fuerza superior, es decir, no tuve más remedio que tomar la decisión pues un día el jefe nos dice que habrá reducción de personal y nos propone irnos con un determinado monto de dinero. La inseguridad era enorme y mi madre, con esa paz que la caracteriza, me dice: “mi amor, ¿qué es lo peor que puede pasar? Quizás que tengas que encontrar otro trabajo o que arranques por tu cuenta.”


A: Fue el empuje que hacía falta.
GN: Que mi madre me dijera eso en ese momento fue muy tranquilizador, supe que todo iba a estar bien. Acepté irme, pero no cumplieron con la propuesta inmediatamente. Iban despidiendo a otros, pero mi momento no llegaba. Estaba muy ansioso hasta que me calmé. Publiqué ofreciendo mis servicios y comencé un curso de Administración de empresas.


A: ¿Recuerdas algunos de los trabajos luego de Portezuelo?
GN: Recuerdo una obra, en una casa normal y corriente, en Santa Lucía del Este. Me llamó el propietario.


A: ¿Ya estaba la construcción hecha?
GN: Sí, igual era un montón. Fue tremendo, hoy por hoy me río, pero en ese momento se vivió con muchos nervios.


A: ¿Cómo definirías esa experiencia?
GN: Traumática (risas) No sabía si podía cumplir. Daba lo mejor de mí y demoré el doble de lo que había propuesto al cliente, igual él comprendió y quedó conforme con el resultado del trabajo.


A: ¿Por qué te dedicas a lo domiciliario y no a lo industrial?
GN: Porque no hay tanta demanda en lo industrial, es más alta en lo residencial, y hoy por hoy para mí se ha convertido en una zona de confort, aunque me gusta el trabajo en lo industrial.


A: ¿Cuál ha sido tu proyecto más ambicioso?
GN: Fue en el trabajo que hice en una Farmacia, sobre todo por el tema de los tiempos. Poder terminarla en tiempo y forma fue increíble. Me acuerdo de otra obra en Montevideo que me llevó más de seis meses, fue desgastante.

A: ¿Cómo te llevas con el diseño?
GN: Bien, muy bien. Se usa poco, generalmente te mandan el plano listo.


A: ¿Qué medidas tomaste para equilibrar tu vida personal con la laboral?
GN: Tuve que tomar medidas como crear un wasap empresarial para poder separar lo profesional de lo personal. Era muy estresante, sobre todo llamadas a altas horas de la noche. Igualmente atiendo emergencias, siempre y cuando.


A: ¿Tienes alguna zona específica de trabajo?
GN: No, porque el trabajo es variable, depende de muchos factores. Trato de no meterme en la zona donde hay otros electricistas. Tengo clientes que se han mudado me siguen llamando y les respondo. Creo que abarco una zona de unos cuarenta kilómetros, pero si arreglamos las condiciones no hay problemas de lugar.


A: La firma para un electricista es una responsabilidad desde todos los puntos de vista. ¿Cómo manejas esa responsabilidad?
GN: Recuerdo que el primer año fue mucha presión. Hay muchas personas que meten mano sin saber lo que hacen y pretenden que se las avale. En mi caso, me hago cargo de lo que hago, no de lo que hacen otros.


A: ¿Qué es lo peor que te has encontrado?
GN: Tantas cosas (risas) Soy tan transparente que mi cara dice todo cuando me encuentro con “trabajos” por llamarlos de alguna manera, que son cualquier cosa.


A: ¿Cuáles son los servicios que ofreces hoy?
GN: Reparaciones eléctricas, en interiores, exteriores, diferentes tipos de instalaciones, siempre respetando el trabajo de los constructores.


A: ¿Qué es lo que más te gusta del trabajo?
GN: Lo disfruto mucho en invierno, porque hay más tiempo, puedes hacer trabajos donde tienes que meter cabeza, en cambio en verano, todo es más apurado, tienes que cumplir lo más rápido posible.


A: ¿Ha evolucionado el oficio en estos años?
GN: En algunos aspectos, como la domótica (conjunto de técnicas orientadas a automatizar una vivienda). Aún no es muy universal.


A: ¿Te sigues capacitando?
GN: Sí, todo el tiempo. Por ejemplo, UTE cambió algunas normas en el mes de enero. Hay que estar informado permanentemente.


A: ¿Proyectos?
GN: Hay alguna que otra obra en vista y también cambiar el vehículo.


A: ¿Sales de vacaciones y tienes algo que te saque de la rutina?
GN: Hace tiempo que no salgo de vacaciones pero lo tengo pensado (risas) Y voy al gimnasio, entreno y logro desconectarme totalmente, me da paz.


A: Muchísimas gracias por tu tiempo.
GN: A ustedes.

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1 Comment

  1. electricista.uy

    Lo de «que pensas hacer de tu vida» no tiene precio jajaja .. A mi tampoco nunca se me hubiera pasado por la cabeza trabajar como electricista y la misma pregunta me hizo tomar el mismo rumbo. No parece muy atractivo a primera vista pero rapidamente se convierte en un oficio apasionante que te permite tener un impacto directo en la vida de la gente.

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